El Barça trunca el sueño de un gran Ximénez – AVIA que se quedó a las puertas de la final

Se repetía el cruce de las semifinales de la Copa del Rey de 2015 en Gijón. Por aquel entonces, a los pontaneses les tocó bailar con la más fea, el FC Barcelona Lassa, rival que volvería a cruzarse en el camino del equipo de Puente Genil tres años después en el Madrid Arena en el partido que daría el pase a la gran final.

Pero antes de celebrarse dicho encuentro, el Ángel Ximénez – AVIA ya había logrado más de lo que había podido imaginar. Partiendo de la gesta alcanzada eliminando en cuartos al Fraikin BM Granollers para sorpresa de muchos, a ello se sumaría el ambiente que ha venido rodeando al equipo en esta Copa. Un equipo modesto que nunca dejó de soñar y una afición que creía en sus jugadores a pesar de lo que pudiera ocurrir. La Legión Pontana coparía todo el protagonismo de las gradas, convirtiéndose incluso en noticia en las redes sociales durante los días de competición. También lo fue la mascota Nichi, que saltaba a la pista cada vez que tenía ocasión para que el Madrid Arena se rindiera a sus pies.

El partido ante el Barça era un reto muy difícil, pero el Ximénez – AVIA salió dispuesto a plantar cara. Los hombres de Julián Ruiz supieron mantener el ritmo del vigente campeón en una muy buena primera parte, en la que se fueron al descanso con un resultado de 19-16 para los culés. Sin embargo, el desgaste físico que supuso el partido ante Granollers empezó a hacer mella en la segunda parte de este duelo de semifinales, lo que hizo imposible hacer frente al potencial de un Barça que contaba con un banquillo más fresco y holgado, gracias al gran número de jugadores con los que podía contar Xavi Pascual. Tras el descanso, el conjunto azulgrana llegó a ponerse hasta diez arriba (31-21 min. 50), haciendo ya más que imposible el milagro pontanés. No obstante, los pupilos de Julián Ruiz no bajaron los brazos y terminaron su partido con la cabeza alta a pesar del abultado resultado (final: 36-27), además de ser despedidos entre aplausos por las gradas.

Y es que aunque el camino en Copa llegara a su fin, el paso del Ángel Ximénez – AVIA por esta Copa del Rey 2018 ha sido histórico. Después de mandar a casa a uno de los favoritos, el equipo pontanés volvía a meterse de nuevo en unas semifinales, la segunda vez en sus cinco años de vida en la máxima categoría. Logró demostrar ante el público allí presente que nunca hay que perder la fe en uno mismo, y que hay que quedarse con lo positivo, que no es nada más y nada menos que estar entre los cuatro mejores de los treinta y dos equipos participantes y haberse quedado a un solo partido de jugar la grandiosa final.

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