El Alcalde Miguel Salas cierra sus puertas con igualada máxima (22-22)

El Miguel Salas se despide hasta la próxima temporada. El pabellón acogió en la tarde de hoy el choque entre Ángel Ximénez – AVIA y Liberbank Ciudad Encantada, un duelo por todo lo alto que se saldó con reparto de puntos y que puso de manifiesto el gran nivel que se vive en la Liga Loterías Asobal.

La falta de acierto condenaba al Ángel Ximénez – AVIA en sus primeros minutos, encajando un primer parcial de 0-2 a favor de los conquenses. Ante este mal comienzo, los pontaneses lograron igualarlo tan pronto como pudieron, gracias a la estupenda labor de Álvaro De Hita y los goles de Chispi y Nacho Moya (2-2 min.10). Tras ello, un mano a mano entre Ximénez – AVIA y Liberbank, con sus respectivos guardametas como principales protagonistas, dejaba entrever lo ajustado que sería el partido, sin colores imperantes de un bando o de otro. Sin embargo, los locales tomarían carrerilla de la mano del contraataque de Curro Muñoz para poner un 8-6 en el electrónico, un diferencia de dos que pudo ser de tres tras el impacto de un balón de Leo Almeida contra el travesaño. Con este momentáneo resultado, Lidio Jiménez pediría tiempo muerto para corregir a los suyos, que conseguirían ponerse de nuevo a la altura de su rival (10-10 min.28). Volviendo a la dinámica habitual, los dos equipos mantendrían la equidad hasta el final de esta primera parte, que acabaría con 11-11 en el electrónico.

Tras la vuelta de los vestuarios, el encuentro seguiría desarrollándose como hasta entonces, con dos equipos que habían tomado la decisión de no ofrecer la más mínima oportunidad a su rival. El trabajo en las porterías volvería una vez más a ser clave, convirtiendo a De Hita y a Leo Vial en auténticos héroes para los dos conjuntos. Las primeras exclusiones también llegarían en esta segunda mitad como prueba de fuego para los equipos, que tendrían que verse las caras con la dificultad que supone la inferioridad numérica. Primero lo haría el Ximénez – AVIA, con la salida de Leo Almeida, y después el Liberbank con la de Pablo Vainstein. A pesar de mantener el tipo, Lidio Jiménez decidió prescindir de su portero mientras sus jugadores se encontraban en acción de ataque, sin contar con el peligro que supondría perder el balón. El riesgo se llamaba puerta vacía y el verdugo sería el mismísimo Álvaro De Hita, que tras verse con el esférico en sus manos no se lo pensó dos veces para lanzar el balón de portería a portería (14-14 min. 38). A partir de aquí, el Ángel Ximénez – AVIA retomaría la ventaja que había disfrutado en la primera parte, con una renta de dos que obligaría de nuevo a los conquenses a pedir un tiempo muerto (16-14 min. 40). El recital de los guardametas seguiría su curso mientras los primeras líneas buscaban su hueco en las férreas defensas, convirtiendo el partido en una clara batalla a vida o muerte. El Liberbank volvería a la carga hasta empatar llegando al meridiano de esta parte (17-17 min. 16), pero también fue más allá y logró adelantar por la mínima a los locales. Fue entonces cuando Quino Soler pidió también su correspondiente tiempo muerto, para hacer ver a sus jugadores que a falta de quince minutos todo podía pasar. Y estaba en lo cierto. Fueron quince minutos muy intensos donde nadie tenía ganado nada, pero había mucho en juego y hacía falta pelear. Con cambios en la portería del Ximénez – AVIA para los lanzamientos de siete metros, Jorge Oliva se alternaba con De Hita para un recital de paradas que aplaudía la afición pontana, y que eran más necesarias que nunca. El tiempo transcurría y en las gradas se palpaba la emoción que se vivía en la pista, pues la cuenta atrás llegaba a su fin. Sin embargo, con el tiempo cumplido, el cuadro pontanés tuvo la gran oportunidad de llevarse el partido, pero la lucidez de Leo Vial desvió el lanzamiento de siete metros efectuado por Chispi. Así pues, el balonmano del más puro nivel dejaba reparto de puntos con un 22-22 final, haciendo justicia entre dos equipos que, ante todo, habían realizado verdaderos méritos para ganar.