Imponente victoria a domicilio de Ángel Ximénez – AVIA ante Secin Group BM Alcobendas (21-29)

Se trataba de una nueva final en Liga, pero no como otra cualquiera. Dos equipos, mismos puntos en la clasificación y dos puntos en juego que bien servirían como tabla de salvación. Por otra parte, quedaría el riesgo de caer en la complicada zona de descenso. Tras una muy estudiada semana de trabajo, el Ángel Ximénez – AVIA se plantó en Alcobendas para medirse ante un conjunto que, como local, se había crecido en las últimas jornadas con importantes victorias ante conocidos equipos de la Asobal. Una buena racha que el Ximénez – AVIA supo cortar de raíz desde los primeros compases del encuentro, imponiendo no sólo su físico sino su capacidad de juego, para saldarse tras sesenta minutos con un contundente 21-29 en el marcador.

El despliegue de una buena defensa, unido a la actuación del que fuera considerado por los allí presentes como «héroe del partido», Álvaro De Hita, permitieron al Ángel Ximénez – AVIA mantener un nivel arrollador desde el inicio del duelo, fijando una distancia con su contrincante que llegó a los seis goles arriba, un 6-12 que llegó en el minuto 20 obra de otro de los mejores del encuentro, Sérgio Barros. Con un Novica Rudovic que se reencontraba con sí mismo para firmar su mejor partido de la campaña, el equipo pontanés, actuando en bloque, se llevaba la palma de la primera parte, aunque el Secin Group pudo recortar ligeramente la diferencia antes de la marcha a los vestuarios (11-15).

De nuevo sobre el 40×20, los pupilos de Julián Ruiz mantuvieron la misma dinámica de los anteriores treinta minutos. Muy sólidos en defensa y sin cometer apenas fallos, el Ángel Ximénez – AVIA volvió a disparar el marcador hasta los ocho arriba (15-23 min. 45), momento en el que el técnico de los madrileños, Ángel Castaño, exigió tiempo muerto y un cambio en la portería, donde Patotsky daba paso a Adrián Torres, que estuvo más afinado que su compañero en esta segunda mitad. El que no bajó el ritmo fue Álvaro De Hita, convertido en un muro en la meta pontana con un soberbio 40% de efectividad en sus paradas. Con el partido ya encarrilado, entrando en el último tramo, Álvaro dio cierre a su recital para dejar el testigo a Adrian Lombès, que custodió la portería en los instantes finales. Una victoria que ya estaba asegurada y que sería por los ocho goles que consiguieron de renta al comienzo de la segunda parte, un 21-29 que hizo estallar de alegría a todo el equipo y a los más de 40 aficionados que se desplazaron hasta Alcobendas para apoyar a sus hombres en una cita tan importante e imprescindible para sentirse vivos en la Liga Asobal más apretada de los últimos años.