Los puntos se quedaron en Sagunto (29-25)

De todos es sabido la dificultad que resulta siempre afrontar un encuentro fuera de casa. De tratarse de un ambiente como el del ‘Ovni’ de Sagunto, la complejidad es aún mayor. Y así ha ocurrido. El Ángel Ximénez – AVIA ha caído esta tarde ante el Fertiberia Puerto Sagunto de Nikola Milos, que supo dirigir su partido con vista a su tan ansiada primera victoria en casa.

El equipo de Puente Genil arrancó el partido con buen pie, adelantándose en el electrónico y realizando muy buena labor en defensa, hecho que le permitió establecerse por delante en el resultado hasta la mitad de la primera parte (parciales 1-3, 3-4, 5-6). A partir de ese momento, los saguntinos apretaron para alcanzar el empate, algo que consiguieron para acto seguido sobrepasar a los pontaneses. Aprovechando una exclusión de Revin, los de Sagunto ya lucían una renta de dos, circunstancia que desembocó en un tiempo muerto por parte de Quino Soler (9-7 en el min. 21). La situación no cambiaría mucho y la distancia continuaría aumentando, gracias a un David Bruixola que protegía con un alto nivel la puerta del Fertiberia. Cuando la diferencia ya alcanzaba los seis goles a falta de tres minutos para el descanso, el Ángel Ximénez – AVIA no desistía y sabía que no estaba todo decidido, a pesar de marchar a los vestuarios con un 14-10 en el marcador.

Con el ‘Ovni’ aclamado por la marea rojiblanca, el partido se reanudó con un Fertiberia que prolongaba su dominio del partido. Bruixola seguía haciendo de las suyas en la meta valenciana y el pivote Alex Pozzer también hacía lo propio en la línea de ataque, haciéndose con balones perdidos y buscando cualquier error de la defensa pontana. Con casi diez minutos transcurridos de la segunda mitad, la distancia volvía a ser de seis. El cuadro de Quino Soler decidió iniciar la que podría ser otra de sus épicas remontadas, un trabajo del que se encargarían Josic, Curro Muñoz y Rudovic, quien se convertiría en el máximo goleador del encuentro con diez tantos. Las acciones de contraataque fueron claves en esos instantes del partido, algo a lo que se unió la crecida de un Jorge Oliva que intentaba frenar todo aquello que se acercara a su portería. De esta manera se llegó contra todo pronóstico a un ajustado 20-19, en un acto de esfuerzo y lucha propio del equipo pontanés en los momentos más críticos. Sin embargo, era imposible olvidar el tipo de rival que se encontraba enfrente. Como era de esperar, los rojiblancos reaccionaron rápidamente para defender una victoria que ya creía suya y que acabó confirmando con una ventaja de cuatro en un fatídico 29-25 final.